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Audiencia de Conclusiones en el Caso de Marcos Pineda: Las Pruebas que Condenan a José Adán Pérez por el Homicidio de Marcos Pineda.

El 23 de noviembre de 2022, Marcos Pineda, un joven lenca de la comunidad de Guachipilín, La Paz, salió de su hogar y fue atacado brutalmente por miembros de la policía. A pesar de la afirmación de José Adán Pérez de que actuó en defensa propia, las pruebas presentadas en juicio pintan una imagen impactante y clara de la verdadera naturaleza de este trágico evento.

Durante el juicio, se revelaron detalles cruciales que desenmascaran la versión de José Adán Pérez. El informe de la autopsia de Marcos revela que la bala mortal siguió una trayectoria de derecha a izquierda y de arriba hacia abajo, confirmando que Marcos se encontraba en una posición de vulnerabilidad y desventaja cuando fue disparado. Además, se descubrió que Marcos tenía un grado 2 de alcohol en sangre en el momento del asesinato, lo que demuestra que no estaba en pleno control de sus facultades psicomotrices.

El 9 de octubre, se llevó a cabo una reconstrucción de los hechos. El perito balístico señaló que ninguna de las declaraciones de los policías involucrados fue concluyente. Además, encontró contradicciones significativas en sus declaraciones. Estas discrepancias subrayan aún más la falta de credibilidad en la versión oficial de los acontecimientos.

Es claro que la alegación de José Adán Pérez de actuar en legítima defensa carece de fundamentos. La superioridad numérica y el uso de un arma de fuego de larga distancia contra una persona vulnerable desmitifican cualquier reclamo de defensa propia. El ataque perpetrado por Pérez fue ilegítimo y sin justificación alguna.

El crimen de Marcos Pineda es un doloroso recordatorio del problema sistémico del abuso policial en Honduras. Exigimos justicia, verdad y reparación no solo para Marcos, sino para todas las víctimas de violencia policial en nuestra región. Este caso no solo destapa la tragedia individual de Marcos, sino que también ilustra la urgencia de abordar la violencia policial de manera integral y efectiva en nuestra sociedad.

Marcos Pineda merece justicia. Su memoria debe ser honrada no solo con palabras, sino con acciones concretas que erradiquen el abuso policial y garanticen los derechos humanos para todos. La verdad ha sido revelada; ahora, la justicia debe seguir su curso.