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A 30 años del levantamiento Lenca

Este 2023 se conmemora el treinta aniversario de la fundación de nuestra organización COPINH. Por supuesto que este cumpleaños tiene una gran importancia en la historia de reivindicación de derechos del pueblo Lenca y de otros pueblos indígenas y será una jornada de celebración, memoria, movilización y organización en cada uno de los territorios en los que irradia la identidad copina.

Creemos que es importante comenzar recordando brevemente los orígenes de COPINH que hablan de una época y condiciones particulares que posibilitaron la organización entre comunidades. Para traer nuestra memoria hemos dialogado con personas que fueron parte de la fundación y, así, que las nuevas generaciones y semillas del COPINH puedan conocer el nacimiento de nuestra organización.

El antecedente histórico más cercano es el desarrollo de la Guerra Civil Salvadoreña que impactó fuertemente en la región de occidente de Honduras donde se ubica el pueblo Lenca y el pueblo meztizo de occidente. Esta guerra impacta ya que se ve la cruenta expulsión de los refugiados y refugiadas salvadoreñas que huyeron de las masacres y la persecución del ejército salvadoreño apoyado por rancios sectores políticos y de la asesoría militar de los Estados Unidos. Esta guerra respondió a las políticas de control y ocupación en nuestra Abya Yala derivados de la doctrina Monroe de promover dictaduras que laceraron profundamente los derechos de las mayorías.

La Guerra de El Salvador y otras acciones en la región dejaron las experiencias organizativas de la rebeldía a las dictaduras, del trabajo de base y el valor del internacionalismo de los pueblos, además de dejar en claro el terrible papel de los ejércitos como hostigadores de la democracia y acribilladores de los pueblos. También quedó en claro lo cruentas que son las guerras y del alto costo a las poblaciones civiles.

A partir de estas reflexiones y, luego de iniciado el proceso de los acuerdos de paz en este país vecino, se asume el hacer la lucha desde lo civil, desde la radicalidad y con los sujetos políticos más afectados. Para nuestro sector occidental, se identifica como sector altamente vulnerabilizado a las comunidades Lencas desterradas de sus tierras, discriminadas y sin derechos fundamentales como el agua, la posesión de su tierra, salud, educación e infraestructura básica, pero también en la que la cultura e identidad es fundamental en la experiencia de resistencia de nuestro pueblo y para lo que es necesario rescatar la cosmovisión que ha querido ser borrada a lo largo de la historia.

Otro de los antecedentes, un tanto desconocido, es una acción ocurrida el 20 de julio del año 1992 denominada “La toma simbólica de Gracias, Lempira”. Que fue un movimiento organizado de pobladores Lencas a raíz de que varios sacerdotes pidieron perdón al pueblo Lenca por el genocidio desatado por la iglesia a los pueblos originarios. En esta acción estaba presente el entonces presidente Ricardo Callejas y su gabinete de ministros que, ante la acción de toma simbólica, ordenaron a su seguridad abalanzarse contra los manifestantes. Por primera vez se visibilizan a las comunidades Lencas como actor de lucha. En esta acción participaron personas de la ONILH y la CNTC liderada por Cristobal Gónzalez -que posteriormente sería coordinador General de COPINH- y futuras fundadoras (os) de nuestra organización.

Es entonces que el 27 de marzo de 1993, se desarrolla una reunión en la alcaldía de La Esperanza, departamento de Intibucá, siendo alcaldesa del municipio doña Austra Bertha Flores López, para formalizar la fundación de nuestra organización que en ese momento perseguía como objetivo la defensa de los bosques del departamento de Intibucá y el promover la cultura Lenca.

Algunas de las personas que participan en dicha reunión fueron Suyapa Alemán, Ramón Reyes, Gloria Albertina García, Ipólito Zúniga, Olayo Mendez, Xiomara Melgar, Salvador Zúniga, Miguel Zelaya y por supuesto nuestra querida compañera Berta Cáceres que para entonces tenía 22 años de edad. El nombre evolucionó de varias maneras desde Acción Ecológica Para el Rescate (ACER), Comité Cívico de Organizaciones Populares de Intibucá hasta que posteriormente toma el nombre actual de Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH).

Esta etapa se cita en el un artículo que conmemoró el 25 aniversario de COPINH y la describe así: “Esto propició, después de varios intentos y de un lento trabajo organizativo, que se gestara una alianza entre líderes indígenas lencas, predicadores de la palabra y ex combatientes revolucionarios, con el fin de trabajar por las demandas históricas de las comunidades indígenas lencas y de las organizaciones populares del occidente de Honduras.”

Queremos referir un hecho histórico más y esta es la gran Peregrinación Indígena y Negra Por la Vida, La justicia y la Libertad desarrollada en julio de 1994 con el propósito de hacer eco a las demandas del sector norte de Yamaranguila  (luego bautizado con el nombre de San Francisco de Opalaca), además reivindicaciones de comunidades Lencas de Intibucá, Lempira y La Paz. Esta acción se hizo en conjunto con la Confederación de los Pueblos Autóctonos de Honduras (CONPAH) liderada en ese momento por la compañera Miriam Miranda. Esta peregrinación se hizo en conjunto con la OFRANEH, la Confederación de las Tribus Xicaques y otras como un acto político y cultural. COPINH se encargó de presentar un Guancasco y la danza del Garrobo. Comenzó en La Esperanza y terminó en Tegucigalpa.

“Esta movilización no solo significó la emergencia de las demandas de los pueblos originarios y negros de Honduras, sino que marcó un antes y un después en las dinámicas organizativas y de lucha del movimiento popular hondureño, con un resurgente sujeto social que a pesar de empobrecido y excluido, tomaba voz y protagonismo en Honduras y Centro América.”

Son incontables las acciones que ha desarrollado COPINH en defensa de los ríos, los territorios indígenas, manifestaciones, peregrinaciones, encuentros internacionales en la que fue vital la alianza con distintos sectores sociales. Por el momento solo señalaremos estos hechos. En el marco de estos treinta años y del devenir de la organización nos es importante preguntarnos qué significa el COPINH para sus integrantes al día de hoy con otras condiciones sociales, victorias, derrotas y un cúmulo de experiencia de lucha.

Sabemos que el COPINH se ha ganado muchos detractores y campañas en contra por su radical trabajo, el oponerse a intereses mezquinos y por nunca vender sus principios. Hemos conversado con personas que son parte de la organización y nos comentan qué significa el COPINH para cada una:

  • Un joven comenta que ya había escuchado hablar de la lucha del COPINH, pero en sentido negativo y que ahora que se ha acercado se da cuenta de la contribución que da a la sociedad.
  • Para una compañera queda en claro que es una lucha que se hace en conjunto y que ha sido una gran escuela de aprendizaje. Se recuerda que durante este proceso COPINH se ha convertido en “la voz de las/los/les sin voz” y nos ha quitado el miedo de hablar. 
  • Las compañeras con más experiencia comentan que COPINH debe seguir trabajando por la transformación de las comunidades y del país que sigue estando bien jodido. “Una de las utopías es cambiar nuestra manera de pensar y ser conscientes de lo que vivimos, el por qué lo vivimos, cambiar nuestra conciencia y dejar de ser indiferentes a nuestra realidad”.

COPINH es tanto organización antirracista, anticapitalista y antipatriarcal -en todo lo que implica y deba asumirse- como una que lucha para que cada día dejemos de consumir Coca Cola, refresco de empresa violadora de derechos humanos, que roba el agua de otras comunidades indígenas del mundo y promueve que bebamos horchata o jugos naturales.

Sin duda la gran apuesta es seguir transformando a nuestros territorios para lograr mejores condiciones de vida que solo se alcanzan con la organización colectiva; promover la autonomía de las comunidades para lo que deben cobrar vida los Consejos Indígenas y las estructuras comunitarias; combatir los movimientos reaccionarios y antidemocráticos que se den en nuestras comunidades y luchar por la amplia participación de las mujeres, niños y niñas y todas las personas que viven el oprobio de las violencias del Estado, de las empresas y del patriarcado.

Continuar -como dijo nuestra compañera Berta Cáceres- luchando en la defensa de los ríos y los territorios Lencas y, si algo hemos aprendido bien en estos años, es a no caer en trampas ni confiar en las promesas de los Gobierno, sino luchar incansablemente hasta ver materializado nuestros objetivos. Sabemos que en este momento los grupos de poder que controlan la producción de energía se han ensañado contra el ejercicio de derechos de los pueblos y que todavía nos quedarán grandes batallas por librar, pero allí, desde la libertad en la que camina nuestro pueblo, con la memoria de nuestro andar, con el copal de Pascualita, la firmeza de Berta, la ternura de Asunción y la rebeldía de todas nuestras y nuestros mártires, trabajaremos para alcanzarlas.

Nuestra jornada de celebración y memoria comenzó el 2 de marzo recordando el aporte de COPINH y de nuestra compañera Berta Cáceres a la lucha por los derechos de los pueblos indígenas y negros de Honduras y al proceso de democratización de nuestro país.

Durante este año se ha puesto en diálogo el destino que vemos para nuestra organización a través de la realización de las Asambleas territoriales llamadas “Campaña Territorial por la Justicia y la Vida”. Además se instaló el reto de que cada una de las comunidades parte del COPINH deben organizar actividades comunitarias de conmemoración y memoria durante este 2023 para celebrar y fortalecer el trabajo comunitario.

Y cerraremos el año con la realización del Guancasco de los Pueblos Indígenas “COPINH. 30 años resistiendo” para debatir entre copines y copinas junto otros pueblos indígenas de Honduras  y de fuera del país que han sido escuela de resistencia para nuestro movimiento.

Así recordaremos cada fragmento de la historia construído con mucho sacrificio, inteligencia, astucia, sabiduría, con la fuerza ancestral de los pueblos y con alegría.

¡Aquí no hay miedo, hay esperanza! 

¡Qué viva el COPINH!

¡Qué vivan estos 30 años de andar!


“Con la fuerza ancestral de Berta, Lempira, Mota, Iselaca y Etempica se levantan nuestras voces llenas de vida, justicia, libertad, dignidad y paz.”