Berta Cáceres, heroína nacional
Hoy, Honduras conmemora la independencia en el marco de la colonización española y, en todo el país, desfilará el rostro de la luchadora social Berta Cáceres. Es la primera vez que el rostro de una mujer es incorporado a la lista de “héroes” nacionales y corre el peligro de ser un símbolo sometido al olvido colectivo o al “blanquemiento” de la memoria. En este día de pomposos desfiles nos preguntamos ¿Qué significa para las personas que compartieron con Berta tenerla como heroína nacional? ¿Qué podrían conocer las nuevas generaciones de su lucha?.
Las respuestas a esta preguntas se debaten entre el peligro de la oficialización de la memoria y la reivindicación cotidiana que se hace en la lucha hondureña en defensa de los bienes comunes y derechos territoriales de los pueblos indígenas y campesinos.
Para las personas de las comunidades del pueblo Lenca que lucharon a su lado, que Berta sea nombrada “heroína nacional”, es un reconocimiento a la lucha que hizo dentro de la organización de COPINH en defensa de los derechos del pueblo Lenca y de los pueblos indígenas de toda Honduras.
Berta fue una luchadora incansable que predicó con la palabra y el ejemplo el compromiso con su país por contra la privatización de los servicios básicos, que defendió a las mayorías olvidadas por el Estado, especialmente a las personas empobrecidas, “a quienes no tienen quien hable por ellos y ellas”, nos dice don Francisco de la comunidad del Copante,Lempira.
Continúa expresando que sin dudas los aportes de Berta son para las más de 10 millones de personas que habitan este territorio llamado Honduras para ganar derechos y enseñarnos a luchar con alegría y entusiasmo.
El proyecto libertario de Berta tuvo expresiones en el campo internacional como enlace de otras organizaciones sociales que creen en un mundo más justo y humano que derrumba las fronteras impuestas de un pueblo a otro, especialmente la lucha en defensa del agua con lo que ha sido más asociado su trabajo.
Sin embargo, Berta sigue desafiando a este país y este título es una convocatoria a rendirle homenaje avanzando con la justicia para ella y las comunidades Lencas víctimas de la violencia del Estado y la corrupción empresarial que invade territorios indígenas. Además de reivindicar en hechos concretos los derechos de los pueblos indígenas que siguen siendo desconocidos o burlados por gran parte de la sociedad.
El nombramiento de heroína nacional es contrariado por aquellas personas egoístas que saben que su ejemplo es un inconveniente para los intereses que pregonan saqueando territorios e instituciones y para quienes no les importa el desarrollo de los pueblos.
Berta Cáceres ya era una heroína de hecho porque planteó que Honduras no tenía verdadera independencia porque se ha construido una institucionalidad supeditada a los intereses de los grupos de poder reaccionarios y, contrario a esto, la independencia consiste en tomar decisiones de manera soberana sin estar bajo el control de las dinámicas internacionales que profundizan la esclavitud de quines dan la “materia prima” para el mercado. Ella exhortó al pueblo a luchar por la verdadera independencia e implementar un desarrollo desde los pueblos y para los pueblos. Su visión planteó el desarrollo a partir de los recursos propios y de los tiempos, dinámicas y necesidades de cada pueblo rígidos por los derechos y dignidad del soberano de Honduras: su pueblo.
Hoy, a 202 años de la independencia, Honduras sigue siendo explotada y en específico los territorios indígenas que albergan las riquezas naturales por siglos codiciadas por la mano criminal de un interés mezquino, violento y corrupto.
Berta Cáceres no será un rostro sin sentido, ella nos llama a luchar y a honrar a quienes hoy dedican su vida a cuidar de la tierras, bosques, ríos, autonomía y derechos y acercarnos a eso tan mencionado en estas fechas: la democracia, soberanía y la libertad.