Día Internacional Contra Las Represas, en Defensa de los Ríos y la Vida.
Este 14 de marzo celebramos junto con otras organizaciones y movimientos de todo el continente la lucha en defensa de los ríos, el agua y las comunidades y refrendamos nuestro compromiso de resistencia a las represas como proyectos de muerte y despojo.
La celebración de este día se originó en 1997 después de que el Movimiento de los Afectados por las Represas de Brasil (MAB) convocara a una manifestación en la que participaron más de 20.000 personas para protestar contra la construcción de la represa de Itáipu en la frontera de Brasil y Paraguay. Desde entonces, se ha convertido en una jornada de protesta global en la que se pide la protección de los ríos y los ecosistemas acuáticos, así como la defensa de los derechos humanos de las comunidades afectadas por la construcción de las represas.
Cada 14 de marzo denunciamos que las represas tienen impactos negativos en el medio ambiente y en los derechos de las comunidades locales, incluyendo la pérdida de hábitats y la degradación de los ríos, la alteración de los cauces de agua, la reducción de la biodiversidad, violación al derechos de la Consulta Previa, Libre e Informada, la expulsión de comunidades indígenas y la instalación de conflictos sociales. Además, las represas siempre, traen consecuencias sociales y económicas graves para las comunidades afectadas como la pérdida de tierras y medios de subsistencia, la erosión de la cultura y la identidad de las comunidades locales y la violación de los derechos humanos.
Hasta el día de hoy nuestros ríos, que son nuestra garantía de vida, se quieren convertir en negocios que llenan los bolsillos de unos pocos. En Honduras es habitual que las comunidades organizadas nos veamos movilizando para defender lo que es nuestro, pero los estados siguen apañando los modelos de gestión privada basado en la corrupción como el Proyecto Hidroeléctrico “Agua zarca” que extraen nuestros recursos y no nos dejan nada positivo.
Exigimos cancelación definitiva del proyecto Agua Zarca y también pronunciamos: Faltan Los Atala
El proyecto hidroeléctrico Agua Zarca se planeaba construir en el río Gualcarque, gestionado por la corrupta empresa Desarrollos Energéticos S.A. (DESA), gracias a la organización del pueblo Lenca hemos podido detener el proyecto, sin embargo la concesión sigue siendo de la familia Atala y se ha vuelto un producto de especulación financiera.
Las comunidades indígenas de la región denunciamos que no fuimos consultadas ni informadas adecuadamente sobre el proyecto y que éste tendría un impacto negativo en el modo de vida y en el medio ambiente.
Ante esta situación, en 2013 iniciamos una campaña internacional para exigir la cancelación del proyecto Agua Zarca y se logró que algunas empresas, como el Banco Mundial y la empresa alemana Voith Hydro, retiraran su apoyo al proyecto. Esta lucha se llevó la vida de grandes hermanos y hermanas como Tomás García y Berta Cáceres, y también la persecución de varias luchadoras y luchadores.
Exigimos la cancelación definitiva de la concesión del Río Gualcarque por:
1. Respeto a los derechos humanos: Las comunidades indígenas tenemos derecho a ser consultadas y a dar nuestro consentimiento libre, previo e informado sobre proyectos que afecten nuestro modo de vida y su territorio. La cancelación del proyecto Agua Zarca es una forma de reconocer y respetar estos derechos.
2. Protección del medio ambiente: La construcción del proyecto Agua Zarca tendría un impacto negativo en el sagrado río Gualcarque y en el ecosistema de la región. La cancelación del proyecto es una forma de proteger la cosmovisión Lenca, el medio ambiente y la biodiversidad.
3. Justicia para Tomás García, Berta Cáceres y todas las y los luchadores perseguidos: la cancelación del proyecto Agua Zarca es una forma de hacer justicia a los líderes indígenas que fueron asesinados por oponerse al proyecto y de evitar futuras violaciones a los derechos humanos.
¡Agua y energía no son mercancía!
¡Otro modelo energético: sí es posible!