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Pueblo hondureño frente al Covid-19 y frente a la corrupción: Eda Luna

Eda Luna. Red de trabajadoras domésticas
Soy trabajadora doméstica desde los 14 años, como trabajadoras domésticas nos encontramos en una situación de incertidumbre debido a lo que está pasando en el país, y muchos se preguntarán qué tiene que ver el coronavirus con las trabajadoras domésticas. Esta es una situación que nos afecta a todos y a todas, pero a nosotras particularmente nos afecta porque nos encontramos en una situación de riesgos y dificultades cada día, pues a pesar de que estamos en una situación de alerta, nosotras no paramos, seguimos realizando trabajo doméstico. En el marco de las medidas que este gobierno ha tomado, sabemos que la campaña de “Quédate en casa” es un tema de clase y de privilegios, privilegios que las trabajadoras domésticas no tenemos, privilegios que el resto de los trabajadores tienen.
Las normas jurídicas de este país no nos reconocen como trabajadoras, esto de quedarnos en casa es una violación de derechos, nosotras reconocemos que es una violación de derechos, porque sabemos que es una medida que funciona en otros países, pero en Honduras no funciona. Nosotras somos mujeres que trabajamos a diario, muchas de estas compañeras salen a trabajar día a día para sostener sus hogares, y también para sostener otros hogares, esto de encerrarnos, el tema de los militares, que no nos dejan salir, también es una violación de derechos, somos mujeres de los barrios y colonias que debemos salir a trabajar y no están manteniendo día a día más vigiladas.

Somos mujeres madres de familia con pagos fijos, pagos de luz, vivienda, agua y si nosotras no trabajamos quién va a cubrir esos gastos. Tenemos hijos y tenemos que comer y esta situación nos obliga exponernos al peligro. Con el paro de transporte nosotras aun así salimos a trabajar, nos toca movilizarnos a pie, hacia nuestros lugares de trabajo y si no pues simplemente somos despedidas y son despidos inmediatos, pero los patrones lo ven como si nosotras no quisiéramos salir a trabajar, y no es eso, es porque nos toca arriesgarnos. Como trabajadoras domésticas estamos indignadas, esta situación viene a precarizar mas las condiciones de trabajo, debemos trabajar jornadas extenuantes, salimos desde la madrugada de las comunidades, porque este gobierno no tiene nada que ofrecernos, en estas condiciones tenemos que realizar el trabajo, aunque esto implique perder nuestras vidas.

Esto de la libertad de expresión, podemos cuestionar qué tiene que ver el coronavirus con la libertad de expresión, esta es una de las medidas que tomó Juan Orlando para frenar el coronavirus, pero no con objetividad, si no para que no exista el derecho a la denuncia y no se visibilice lo que realmente está pasado, para que tengamos ese pánico colectivo, para que no veamos toda la problemática que nos está afectando como población.

Nosotras como mujeres y trabajadoras domésticas, sabemos que en este país vivimos al sálvese quien pueda, fomentando el individualismo, pero nosotras como mujeres, como trabajadoras domésticas, como red, seguiremos fortaleciendo nuestra red y el trabajo en colectivo y a pesar de estos decretos, seguiremos exigiendo y presionando al gobierno, para que tome las medidas que nosotras consideramos urgentes, ya que seguimos siendo las olvidadas de las olvidadas. Las que nunca han tenido derechos, las que representan una gran población de trabajo, pero además de ganancia, somos las que sostenemos la economía de cada país, pues el trabajo de los cuidados es un trabajo que se hace a nivel mundial.

A pesar de la represión, a pesar de la violación de derechos humanos, y a pesar de todos estos decretos que están implementado para generar miedo, para que estos colectivos y estas mujeres que están exigiendo sus derechos paren, nosotras no necesitaremos pedirle permiso a nadie para construir, para continuar en esta lucha, para seguir exigiendo y defendiendo derechos, para que la población tenga conciencia del valor de este trabajo, del valor de las mujeres que realizamos este trabajo, porque nosotras hacemos posible cualquier otro trabajo, y porque nosotras n os merecemos los derechos que otros trabajadores sí tienen. Esas son tantas preguntas que nos hacemos, pero tenemos clara nuestra posición política, de lo que queremos y lo que nos merecemos, porque nosotras ya decíamos no pedimos nada, exigimos lo que nos corresponde como trabajadoras.

Vemos la desigualdad económica que existe en este país y que sabemos que a los gobiernos, diputados y funcionarios son a quienes le corresponde crear políticas públicas, integrales sin distinción de raza color u orientación sexual. Que la constitución dice que somos todos iguales ante la ley, pero sabemos que en la práctica eso no sucede. Necesitamos que este gobierno adopte medidas de protección para nosotras ya que somos muchas mujeres las que realizamos este trabajo, pero no tienen voluntad política para crear los mecanismos, que vendrían a proteger los derechos laborales de nosotras.

Sabemos que somos mujeres trabajadoras de los barrios y colonias, y lo hacemos en las residenciales, esos lugares de alto prestigio, pero que es ahí donde se viven todos estos abusos y explotaciones.
Llevemos a la reflexión, preguntarnos ¿quién nos cuida a nosotras? las trabajadoras domésticas somos quienes cuidamos a otros y a otras, debemos poner el tema de los cuidados en el centro, pues es lo que sostiene o que hace posible que usted señor, señora salga a trabajar, aunque el patrón diga quédese en la casa, podemos hacerlo, pero lo hacemos sin remuneración, y como dije anteriormente ¿quién solventa nuestros gastos?
Sabemos que este gobierno no va a subsidiar todos nuestros gastos, entonces vemos ahí el nivel de corrupción que hay en los países, la desigualdad, la desprotección que hay. Y que aun encima de todo eso no hay voluntad política.

Si usted es empleador sea consciente con su trabajadora doméstica, si usted es empleadora, si es mujer, usted también tiene una familia, esa empleada que hace trabajo doméstico en su casa es un ser humano, además de ser trabajadora doméstica, es un ser humano que tiene familia, y no exponga la vida de esta compañera, porque ninguna mujer trabajadora doméstica debe quedar atrás todas debemos estar por igual por lo que exigimos estos marcos legales de protección. Queriendo dejarles este mensaje y que lleve a cuestionarlos, usted si es empleador, piénselo, si usted es trabajadora doméstica únase a esta lucha, haga conciencia.