AUDIO: Pueblo hondureño frente al coronavirus y frente a la corrupción – Victor Fernandez
Víctor Fernández
Dependiendo desde donde uno reflexione para estas cosas, hace que el análisis pueda tener mayor alcance. Podemos situar los asuntos más relacionados con el tipo de medidas que se tomaron, a mi me parecen que las medias son tardías, por muy pertinentes que sean los toques de queda, pero ¿Qué condición de realidad tiene ese tipo de medidas y qué elementos incluyen las medidas para que sean eficaces? Hay tanta gente que vive de lo que gana en el día, hay tanta gente que si no sale a la calle no va a comer. Y entonces se puede producir algo terrible, no sólo por el coronavirus si no por los asuntos que ya venimos cargando de antes. Las medidas que se han tomado en el sistema bancario no llegan a la población que no es parte de un sistema bancario, esa gente que no tiene alimentación porque no puede salir, es un tema de sobrevivencia, o lo mata el coronavirus o lo mata el hambre, o lo mata la frustración de estar viéndose, esa persona y su entorno familiar padeciendo esas condiciones.
Los que estamos un poco cerca de la gente que está en esas condiciones, nos damos cuenta de la impotencia que hay en ese sentido. Debe medirse la eficacia de las medidas, y ahí lo mas terrible que pasa es la instrumentalización de la crisis, medidas que tienen como propósito traficar con la dignidad de la gente. Eso de ofrecer 5 minutos de llamadas en telefonía, en proporción a la cantidad de ganancia que tiene las empresas de telecomunicaciones, en realidad eso es una burla y un juego notorio con la dignidad de la gente.
Yo considero que las medidas más eficaces en este momento, es que cualquier gobierno que tuviéramos, obligatoriamente -luego de que es tan obvio su fracaso, sus vínculos con la corrupción- supongamos que tuviesen un recomenzar, un compromiso genuino con la gente, no hay capacidades en el Estado para enfrentar esto, y las pocas que hay, deberían complementarse con medidas determinantes que obliguen al sector privado a asumir las consecuencias de la crisis.
¿Los hospitales privados van a convertirse en hospitales públicos sí o no? Un estado responsable pacta un acuerdo para que de inmediato todo lo privado de la salud pase a ser un tema público, porque el servicio de la salud nunca puede ser totalmente privado, es una cuestión temporal, es una delegación temporal que hace el Estado. Una medida drástica pertinente, es que todo el sector salud pase a un régimen de control de Estado y que todo el mundo se disponga a eso, hay que correr con los efectos y los impactos que tiene esto.
¿Quién va a cargar con estos impactos? No los puede cargar la mayoría de la gente, los tienen que cargar los sectores que históricamente han acumulado privilegios y enormes utilidades, y en este momento precisamente deberían cargarlas. Entonces, desde las medidas que son macro, hasta las micro, insisto, quienes tenemos contactos que son médicos, a las personas con indicios de esta enfermedad no se les está dando el seguimiento que corresponde, los están mandando a su casa, no hay un control del aislamiento, al menos no sobre la cantidad enorme de gente, sobre la población que está propagando contagio en los distintos lugares donde transita.
Es razonada la desconfianza, cada vez venimos de mal en peor, cada vez las medidas son más improvisadas, yo creo que las medidas pertinentes deben tomarse acá adentro en el país, yo creo que la crisis debería permitirnos a las hondureñas y hondureños la capacidad de reinventarnos, de reinventar los valores, la solidaridad, el compromiso por lo público. Yo esperaría que los profesionales de la salud convergieren en un propósito común, de evitar, de tratar de ofrecer todo lo que tienen colectivamente, no desde la individualidad, con iniciativa, es decir, sintiéndose sujetos del proceso, no guiados, u orientados, porque son gente que conoce el asunto. Yo le confiaría más a eso, para que entonces nosotros siguiéramos un camino de un esfuerzo más popular, menos ligado al sector gubernamental, aunque no implique divorcio con el sector gubernamental, porque ellos ahora tienen la obligación de eso.
Eso sí nos daría la garantía a nosotros de que por ejemplo cada escuela, cada colonia, cada comunidad, frente al altísimo riesgo que pueda desencadenarse algo más horrible en el país, se convirtieran en centros de asistencia, insisto que los centros privados de salud pasen a control público. Que alertemos o activemos los comités de colonias, de barrios, de pueblo, de caserío para enfrentar el tema de manera colectiva. Creo mas en eso que en todas estas cosas que viene haciendo el gobierno, que por cierto es un gobierno que no tenemos ninguna razón para creer que va a hacer una cosa responsable, distinta, coherente, con la transparencia necesaria. Todo lo que esta marcándose es una cosa muy adversa, que desde mi reiterado enfoque solo puede ser replanteada, reorientada, con una opción más popular sin que se le quite la responsabilidad que tiene el estado en este tipo de asuntos.