Muerte por impunidad: Berta Cáceres y Agua Zarca
Berta Cáceres fue asesinada por protestar contra la represa hidroeléctrica Agua Zarca que amenazaba un río considerado sagrado por su comunidad en Honduras. La comunidad enfrentó años de intimidación y represión militar y en total, cinco miembros de la comunidad fueron asesinados. La empresa encargada de construir la represa resultó estar directamente involucrada en estos asesinatos.
Varias instituciones internacionales financiaron el proyecto, entre ellas dos europeas: la institución financiera de desarrollo de PaísesBajos (FMO) y la institución financiera de desarrollo de Finlandia (Finnfund). Cuando la comunidad les informó sobre las violaciones de derechos humanos vinculadas a la construcción de la represa, hicieron oídos sordos y continuaron con su participación.
Los bancos afirmaron seguir los principios rectores voluntarios delas Naciones Unidas sobre empresas y derechos humanos en materia de debida diligencia, a pesar de la abrumadora evidencia de que el proyecto no respetaba los estándares internacionales.Luego del asesinato de Berta, las empresas se vieron fuertemente presionadas y finalmente acordaron dejar de financiar el proyecto.
Este caso demuestra claramente que para impedir tales violaciones de derechos humanos, necesitamos normas jurídicamente vinculantes para que las empresas rindan cuentas por las violaciones de derechos humanos y los daños ambientales que causan sus actividades. Como demuestra este caso, los compromisos voluntarios claramente no funcionan. Por lo tanto, exigimos un tratado vinculante de la ONU sobre empresas transnacionales y derechos humanos
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