¡Por Cuba y por Honduras Patria es Humanidad!
En un país como Honduras en que se usa más dinero para armas que para la salud de su pueblo, son las comunidades mismas por su gestión y su capacidad de autogobernarse quienes resuelven estas problemáticas. Esa es la experiencia histórica del municipio de San Francisco Lempira, al suroeste de Lempira, en el occidente de Honduras, en donde desde 1994 se organizó una parte de su población con el COPINH, y desde entonces han luchado por todo lo que tienen y han logrado con sus ideas y movilización. Así obtuvieron carretera de acceso, centro básico, centro de salud, luz eléctrica, proyectos para mujeres y jóvenes, etc.
San Francisco Lempira cuenta con 80 caseríos y 10 comunidades, en las que vive un estimado de ocho mil habitantes, entre los que sobresale una gran cantidad de niñez y juventud. Como sucede en casi todo el territorio nacional y especialmente en el de los pueblos indígenas a estas comunidades no llegan las políticas estatales que deberían servir a la gente, es por eso que es la gente misma la que se organiza para buscar sus alternativas de solución a las necesidades básicas en relación a la salud, la vivienda, la soberanía alimentaria y el transporte. Lo que sí llegan con gran ansia de riqueza natural son los proyectos de minería a cielo abierto y de represas. San Francisco es un municipio amenazado por estos proyectos, su hermoso río Guarajambala, voz lenca que significa encuentro de aguas, ha sido concesionado para un enorme proyecto hidroeléctrico, al igual que más de 40 ríos de Honduras regalados por los golpistas a las transnacionales de la energía que tendrán que enfrentar el poder de las comunidades organizadas.
Las prácticas lencas en San Francisco son evidentes en la comida, la forma de hablar, el vestuario y en la medicina natural que ha sido por muchos años el modo en que se atiende la salud. Sin embargo esos problemas a veces son más complejos y no siempre se resuelven por esta forma, a lo que se agrega que el centro de salud si bien fue un logro, no tiene medicina para atender su población, como no lo tienen el resto de centros de salud del país. Es por eso que en conmemoración de los 159 años de la muerte de José Martí, apóstol de la libertad de Cuba y América, y en coherencia con su presencia en esta patria, una numerosa brigada de médicos cubanos, dotada de conocimientos y medicamentos, a través de la gestión del COPINH y sus comunidades afiliadas se trasladaron a San Francisco para hacer su trabajo de atención. De un tirón y con la disciplina que les caracteriza, los médicos y médicas atendieron a 814 pacientes, hombres, mujeres, personas ancianas y niñas y niños. Realizaron 61 citologías, atendieron 10 casos de ceguera preventiva y el resto de consulta en general. Entre los especialistas hubo presencia de ginecólogos, pediatras, cirujanos y medicina integral. La actividad se desarrolló el día 28 de enero en el centro de salud, el kínder y el mercado municipal. Por supuesto que la alegría de estar en estos procesos de construcción del poder popular era tan grande que hubo celebración después de la jornada de trabajo.
La brigada no es una actividad aislada, es parte de una propuesta que camina en las comunidades organizadas del COPINH que se concreta en acciones de autogobierno para enfrentar las prácticas atropellantes y antidemocráticas del caciquismo anquilosado en el bipartidismo. Desde hace años se enfrenta esa cultura y sus caudillos lo cual ha costado represión y violencia contra el COPINH y sus miembros y miembras. Pero no se detiene el curso de la historia popular, la gente se está escuchando en asambleas populares y a través de la radio comunitaria. Como muestra tenemos la asamblea comunitaria del 10 de diciembre del 2011 en la cual las comunidades hicieron un acuerdo de hacer un buen gobierno municipal autónomo indígena y difundir las asambleas comunitarias en todos los sectores, caseríos y comunidades en las cuales ir platicando otra forma de hacer gobierno, y por ahora ese movimiento gira alrededor de 112 líderes comunales. La construcción de los consejos comunitarios incluye el desarrollo de una escuela de formación y uno de sus ejes es la equidad de género, se pretende que los autogobiernos estén formados por cincuenta por ciento de hombres y de mujeres. Esta es la propuesta de poder popular desde abajo que se propone como alternativa para que las comunidades participen auténticos procesos políticos que garanticen la toma de decisiones colectivas y no caciquistas para resolver los problemas comunitarios y enfrentar la concesión de sus territorios, flora, fauna y ríos, que son, junta a la digna vida de las personas, los bienes más importantes de la humanidad.
Prensa insurrecta
31 de enero 2012