NoticiasNuestras Palabras

Rechazamos la explotación minera y condenamos la aprobación de la Ley Minera de las Trasnacionales

hecha con la asesoría de las trasnacionales mineras y de las marionetas corruptas que esperan las migajas para terminar de vender el país, como si fuera poco lo que están haciendo con las reformas constitucionales: creación de zonas especiales de “desarrollo” y ciudades modelo.

De manera reiterada, queda más que claro que en la entrega del país los llamados “padres” de la patria no conocen límites ni se incomodan con obedecer fielmente al interés corporativo minero, representado en varios mafiosos de esto, particularmente en la Comisión de Recursos Naturales y Ambiente del Congreso Nacional y en la Secretaria de Recursos Naturales y Ambiente SERNA, entre otros grupos de funcionarios serviles.

Una vez más, denunciamos que estos proyectos para una nueva Ley de Minería, no han sido conocidos ni avalados por los pueblos originarios y comunidades, ni los movimientos sociales, ni por la ciudadanía hondureña en general, que es sabido que se realizaron reuniones con grupúsculos que no representan a ninguna colectividad importante y decisiva en este tema para avalarlo, teniendo consecuencias funestas para la vida de generaciones completas.

Los proyectos en discusión violentan el Convenio 169 de la OIT, la Declaración de la ONU sobre Pueblos Indígenas, El Convenio de Biodiversidad, el Derecho al Agua como Derecho Humano Universal, el Derecho a la Soberanía y Seguridad Alimentaria, a un ambiente libre de tóxicos, venenos y contaminantes, al Derecho de Libre Determinación de los Pueblos, al Derechos de Soberanía y respeto a los Derechos Humanos individuales y colectivos en general y amenaza los territorios y culturas indígenas.

Esta nueva legislación, la cual rechazamos, privilegia a las trasnacionales en la posesión y uso del agua, aun fuera de la zona concesionada, esto por sobre el derecho de las comunidades a este vital liquido, que es inaceptable que esté en manos privadas; seguirá permitiendo la explotación a cielo abierto; la impunidad de las trasnacionales será más grave aún de aprobarse los llamadas “Zonas Mineras Sociales” que se conformarán producto de las reformas constitucionales; ni las Municipalidades podrán declarar zonas productoras de agua en los municipios; no excluye la explotación en zonas más pobladas; le darán rienda suelta a las trasnacionales mineras para que puedan vender las concesiones y hasta hipotecar los territorios; de generar todo desastre ambiental ya que ni se tipifican los delitos ambientales propuesto por el Ministerio Publico, sobre todo los más riesgosos y dañinos que son características de este tipo de explotación y extractivismo; concentrarán más territorios; los impuestos y tasas que se establecen para las empresas siguen siendo irrisorias; traerá divisionismo y corrupción; el tema de Consulta es una trampa mortal; Se abren las puertas a más de 200 trasnacionales explotadoras, aparte de las que ya están, que caerán con todo su lógica opresora y destructora para contribuir a solventar la crisis capitalista y a fortificar las reservas de los poderosos del planeta, dejándonos muerte, enfermedades y humillación.

Hoy más que nunca, debemos defender nuestros derechos legítimos, que están sobre la legalidad colonialista y saqueadora, dándoles carrera a estos buitres en nuestros territorios, movilizándonos, organizándonos, formándonos, ejerciendo nuestro derecho de autonomías y soberanías territoriales, económicas, culturales y políticas; construyendo el proyecto de vida digna y refundacional por adelantado, sin depender de nadie, más que de nuestra fuerza, de nuestra historia de rebeldía, de nuestra memoria histórica, de nuestra esencia como seres humanos llamada a luchar por sobrevivir y guardar la única MADRE TIERRA que tenemos.

¡Por la Vida, el Agua, los Territorios, Soberanía y la dignidad!
¡ No a la explotación minera!

Con la fuerza ancestral de Iselaca, Lempira, Mota y Etempica,
se levantan nuestras voces llenas de vida, justicia, dignidad, libertad y paz.

C O P I N H

Dado en Intibucá, a los 21 días del mes de enero del 2,013