CIERRE ASAMBLEA Y DECLARACION – 29 abril 2011
Hasta luego, asambleístas
La última sesión fue kilométrica, los espaguetis se enfrían y el grupo 10 hace las propuestas de autogestión financiera para el COPINH. Ya desfilaron otros nueve con sus propuestas, se insiste en que se aterricen las ideas, cómo, con quiénes, cuándo, que se asuman con responsabilidad y nombre propio,
Toda la tarde se trabajó en los planes que van a guiar el trabajo a futuro, y antes se escogieron nuevos miembros de algunos puestos que no han estado presentes o han dejado su función, las mujeres y jóvenes se reúnen para elegir su representante. El resto de los puestos se escogen en plenaria.
Las comunidades se comprometen a construir entre todas la Casa de la Sanación y Justicia de las mujeres del COPINH, proponen que usemos guacales en vez de plásticos y que compañeros que tienen tierra den espacio para cultivar frijoles y maíz y la organización tenga respaldo material.
La discusión de resistir y refundar toma materialidad, hay compañeros que plantean escoger autoridades al margen de las municipalidades y sostenerlas entre todos y todas, si de todos modos los gobiernos no dan nada a las comunidades y todo quieren quitarles. Hay algunas experiencias a este respecto que no son conocidas en el país ni en el resto de otras corrientes políticas que piensan que no se puede hacer nada si no es en las lógicas e instituciones del derechista, patriarcal y racista estado hondureño.
Un gran sombrero de jimilile recorre la asamblea, se da una cooperación para abrir la cuenta de la autogestión, la crisis financiera empieza a dar sus frutos constructivos y se juntan 226 lempiras y se definen las medidas de ahorro con una crítica al asistencialismo como amenaza a la autonomía.
Se ha compartido tanto trabajo, tantas ideas y tantos gérmenes de la gripe que la asamblea está agotada. Ya el conjunto de cuerda espera a los y las danzantes, porque se cumplen 18 años de existencia de esta aguerrida organización que no sólo es un referente en los departamentos sino en el país y en latinoamérica. Después de la cena bailaremos y conversaremos hasta que la noche se vaya a la cama y la asamblea madrugue para empezar a retornar a sus árboles, sus casas, sus familias y animalitos.
La secretaria ha tomado el acta completa de la asamblea y hay que aprobar los acuerdos, todos y todas tienen que firmar antes, se lee y aprueba la declaratoria del evento que se elaboró con las palabras y frases que los hombres y mujeres de este espacio han propuesto como fundamentales para este documento que compartiremos con mucha gente. Sabemos que en distintos lugares del país y fuera de Honduras, nos acompañarán en este cierre con música de cuerdas, que el espíritu insurreccional de los pueblos, colectivos y personas rebeldes siempre se acompañan
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Declaración de la Asamblea Intermedia de COPINH “Nestor Ovidio Zúniga”
Las y los participantes de esta Asamblea Intermedia de COPINH ante nuestras comunidades, al pueblo hondureño en general y a la opinión pública internacional declaramos:
Que en estos días nos hemos juntado en el centro de encuentro y amistad Utopía en Intibucá, hombres, mujeres, niños y niñas, jóvenes, ancianos y adultas que llegamos desde comunidades Lencas de los departamentos de La Paz, Intibucá, y Lempira.
Hemos hecho una participativa reflexión sobre la realidad del país y nos damos cuenta de que el pueblo hondureño y especialmente nuestras comunidades están cada vez más amenazadas por la gran crisis económica que encarece la canasta básica y afecta directamente a nuestras familias, producto del sistema neoliberal capitalista que se sostiene en buena medida en empresas transnacionales que impulsan proyectos hidroelectricos,y de explotación minera, forestal y turística en contra de los bienes naturales de territorios indígenas. Compartimos la preocupación por los procesos de privatización de la educación y la salud, y el impacto de la violencia contra luchadores y luchadoras, por parte del estado continuador del golpe, en forma de represión, cárcel y muerte. Y de manera especial nos preocupa el creciente número de femicidios y el aumento de la violencia hacia las mujeres.
Trabajando por muchas horas hemos hecho cuenta y revisión de acciones y finanzas que fortalecen el trabajo político para detener proyectos lesivos, y aumentar nuestra conciencia y lucha; y hemos reflexionado sobre nuestro papel en la resistencia nacional del pueblo hondureño por la Autoconvocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente y por la Refundación Nacional, propuestas a las cuales nos seguimos manteniendo firmes, pues entendemos que el poder popular, independiente de los instrumentos de opresión de los patrones, se construye desde nuestra organización, movilización, y transformación de las condiciones que hagan posible una vida sin explotación, sin racismo y sin miseria.
Esta Asamblea ha servido para darnos ánimos y fortalecer la unidad, para tener conocimiento, conciencia y claridad, y para reafirmar nuestro compromiso en la lucha del COPINH. Hemos definido las líneas y planes de trabajo que conducen el quehacer organizativo.
Porque nuestra resistencia palpita en el corazón de la tierra que nos da la vida y nos cubre en la muerte; en la música del viento que baila con las montañas que defendemos, y en las voces de los ríos que cantan libres de represas y empresarios ambiciosos y alcaldes y diputados vendidos. Nuestra lucha es por la justicia, porque valga la pena vivir, porque nuestros cuerpos y espíritus no desfallezcan. Por que las niñas y los niños indígenas puedan vivir por muchos años escuchando los jilgueros que escucharon sus abuelas y enseñando a sus propios hijos el respeto por las montañas, el bosque, los juilines y la tierra.
Al pueblo hondureño y de todo el mundo a quién llegue este mensaje le invitamos a luchar con toda su energía, creatividad y alegría por la vida, la libertad y la dignidad de todos los seres vivos.
Compañero Nestor Ovidio Zúniga, que tu espíritu libre, que tu conciencia de revolucionario sin fronteras y tu corazón honesto y generoso no deje de acompañarnos, junto a nuestros ancestros y ancestras, en esta común unidad.
Con la fuerza ancestral de Iselaca y Lempira se levantan nuestras voces de vida, justicia, dignidad, libertad y paz.