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No al ejército israelí en territorio Lenca.

Recientemente el gobierno de Juan Orlando Hernández anunció el arribo de mil militares israelitas a Honduras con la supuesta misión de resguardar la frontera hondureña ante la crisis humanitaria que sigue expulsando a miles de personas del país con rumbo a México y EEUU; situación que ha sido cuestionada por la población hondureña y las organizaciones sociales.

Más recientemente, comunidades del municipio de Colomoncagua se han enterado de que un número de efectivos del contingente militar israelí ha sido asignado a ese municipio. Pobladores de la zona organizados a COPINH han manifestado su profundo repudio a esta decisión que es contraria a la voluntad de los pueblos y han querido trascender esta denuncia.

Los comunitarios expresan que, primero que todo, “nuestro país no está en guerra contra ningún otro para que vengan militares de otros lados a meterse en Honduras. Además de esto, sabiendo que no hay guerra contra otro país, pues la harán contra el mismo pueblo hondureño como es práctica de este gobierno represor”.

La población de Colomoncagua, municipio fronterizo con El Salvador, mediante un análisis, ha concluido que esta situación profundizará la violencia y la represión en la zona en la que además se materializa la construcción de una base militar de la cual se tiene conocimiento apenas hace ocho meses. No se entiende el papel del ejército israelí parando una ola migratoria que es indetenible mientras exista condiciones de violencia, pobreza, exclusión y militarización de nuestro país.

La juventud de Colomoncagua ha expresado sentir temor debido a que en el pasado reciente dos jóvenes activos en la lucha fueron asesinados por militares hondureños y entienden la presencia de las armas y del ejército como enemigos de la juventud que hace tiempo teme al coraje juvenil en las calles.

Hay que recordar que varias comunidades se encuentran amenazadas por la construcción de represas hidroeléctricas en la zona fronteriza, las más cercanas son 4 represas en el río Negro o su afluentes: la del río Cañas, Pichigua, Chinacla y el Puente, entre otras. Esto, añadido a los intereses mineros en el Cerro del Alumbrador. No es extraño que este incremento de la presencia militar sea parte de la estrategia de sometimiento a los grandes intereses económicos en poblaciones con trayectoria de lucha.

Todo COPINH, con sus muchas comunidades se suman a este repudio de la presencia del ejército israelí que ha sometido durante años al pueblo hermano palestino y del que hemos visto que el despojo opera de manera similar que en los territorios Lencas.

Exigimos a las autoridades que se revise esta decisión ya que los pueblos están dispuestos a defender su autonomía en los territorios para no permitir más armas y violencia contra los pueblos.

“¡Queremos frijoles, queremos maíz, queremos carreteras, pero no queremos más ejército aquí!”
-Poblador de Colomoncagua-

dado en Llano Grande, Colomoncagua a los 12 días del mes de junio de 2019.