Laura Zúñiga, hija de la activista Berta Cáceres, asesinada en marzo de 2016, fue la única en poder hablar durante el juicio por la muerte de su madre en representación de su familia y relató a Sputnik la importancia de poder contextualizar el homicidio contando quién era y denunciar cómo el tribunal los excluyó del proceso.
