El financiamiento de los bancos permitió alargar la presencia dentro del territorio Lenca de DESA y del conjunto de problemáticas que hay alrededor de esta empresa.
A pesar de las denuncias públicas de COPINH sobre la violación de derechos humanos de parte de la empresa DESA y de las cartas que nuestras compañera Berta Cáceres en su cargo de coordinadora general envió para alertar sobre las implicaciones de financiar un proyecto ilegítimo. El FMO y los otros bancos decidieron desoír estas alertas, ignorar a las comunidades que se opusieron al proyecto, y escuchar solo un discurso, el de la empresa fuente de violencia.
Despite COPINH’s protest over DESA’s human rights violations, the FMO and other banks decided to ignore those alerts, ignore the communities who opposed the project and listen only to the same company that was the source of the violence.