¿Qué pasa en Honduras?
El presidente de la República, Manuel Zelaya Rosales, mejor conocido como “Mel”, decidió en el mes de febrero de 2009 convocar a una Encuesta Nacional de Opinión, para que el pueblo opine sobre si se debe instalar o no, en la elección del próximo mes de noviembre, una “cuarta urna” (cuarta porque se instalan tres, presidencial, diputados y alcaldías) para decidir si se abre o no un proceso para establecer una Asamblea Nacional Constituyente. Es decir, una simple consulta para determinar sobre si se instala otra consulta, ninguna de las dos determinaría la estructura ni la composición de la pretendida Asamblea Constituyente.
Lo anterior, ha sido suficiente para que la derecha de este país se declare en ofensiva abierta contra el gobierno de Mel Zelaya, porque se asume que si llegara a ganar el sí en la consulta, dicen, la pretensión sería que el presidente se quede en la presidencia en forma ilegal. De ahí parten para lanzar una ofensiva contra el pueblo hondureño que se ha manifestado a favor de la consulta.
Los medios de comunicación de la mano de sus dueños, los propietarios de la mayor cantidad de recursos económicos del país, acompañados de las iglesias de todos los signos, el Congreso de la República, el Poder Judicial, el Fiscal nacional todos juntos han pedido que se encarcele al presidente, que se le remueve del cargo, que se designe a otro, que el ejército tome el control.
La campaña ha virado hacia el terror, ahora amenazando con encarcelar a toda persona que haga propaganda a la consulta, que la publique en medios, que la promueva, que porte camisetas a favor, que vote, que preste su casa para la consulta… y la popularidad del presidente, según las encuestas, es de más del 85% y el nivel de aprobación de la población a la consulta es similar,
La crisis política inducida por los poderes fácticos (los poderes de hecho, los que realmente mandan aquí sin que nadie los haya elegido), ha llegado al punto que el jefe del estado mayor del ejército ha desobedecido abiertamente una orden directa del presidente –avalar y proteger la consulta y distribuir las urnas a las comunidades-, ante tal desacato, el presidente decidió destituir al jefe del Estado Mayor del ejército y aceptar la renuncia del titular del ministerio de defensa.
Ante esto, el ejército desconoció –al menos una fracción- esta resolución, y fue acompañada por la Corte de Justicia que “ordenó” la restitución del militar insurrecto. Los medios de comunicación clamaron por la reinstalación, y agudizaron la campaña del terror, lo cual fue acompañado por la salida de los militares de los cuarteles.
Esto es, en los hechos, un golpe de estado técnico, pues la Corte la ha quitado facultades al presidente y ahora los militares puede negarse a obedecer y serán avalados por la “justicia”…
Esto ha generado dos cosas, la primera es que, al verse solo –sin el Congreso, sin el poder judicial, sin el fiscal general, y sin respaldo de su propio partido-, el presidente ha convocado al pueblo para apoyarse en él para enfrentar a la sedición golpista.
Hoy, 25 de Junio de 2009, el pueblo hondureño ha salido a la calle a defender el proceso de la encuesta nacional de opinión, a defender su derecho a ser consultado; ha acompañado al presidente, en un hecho insólito, salieron de casa presidencial en buses (autobuses urbanos de pasajeros) a la base de la fuerza aérea en el Aeropuerto Internacional de Tocontín, y entraron a esa instalación miliar para, de mano en mano, subir a cinco camiones todas las urnas de la Encuesta, en prevención de que la Corte hiciera efectivo un resolutivo de hoy, en el que ordenó al ejército requisar ese material.
Llenos de lodo, en medio de un torrencial aguacero, el pueblo hondureño ha sacado las urnas de los cuarteles y las ha llevado a la casa presidencial, en dónde ahora mismo se hace una vigilia nacional para proteger al presidente de la república.