AUDIO: Pueblo hondureño frente al coronavirus y frente a la corrupción – Melissa Cardoza
Melissa Cardoza – Sin café no hay mañana
Hoy que no puede la gente salir y andar por las calles, en la chamba, tomando café, buscando la vida, buscando a la gente encontrar todo lo que hay por allí. Hoy que estamos aquí arrinconadas, la pobre humanidad arrinconada por unos pequeñitos entes que lo único que prueban es la crueldad y la estupidez de este sistema, que tiene tanto desprecio por lo público, por lo colectivo, por el bienestar de las personas que al final somos todas, nosotras mismas. Es muy difícil encontrar palabras más o menos esperanzadoras en este tiempo porque es un tiempo de mucho miedo, sin duda, hemos ido cada día pasando por un a situación diferente, probablemente ahora tengamos más información y menos espanto.
Pero lo que sin duda es real, es el desmantelamiento de todo, los bienes comunes, incluyendo la salud, la alimentación, el acceso al agua, y todas las cosas por las que ha luchado este pueblo, a su ritmo, a su modo. A veces desesperante, pero esto es como uno de esos puntos de culminación, todo el desplome del sistema encima de las personas de siempre. Yo pienso que es un momento de muchas cosas, de ayudar a quien lo necesite como se pueda, porque sí hay mucha necesidad, leche paras las niñas, comida, agua.
Debemos pensar cómo vamos a retomar los poderes que ahora están en manos de estos forajidos, y entre todo eso cuidarnos, recuperar el valor de nuestras vidas, de nuestras colectividades, de nuestros sueños, es un momento muy duro, y en estos momentos estamos desafiadas a dar lo mejor de nosotras, aunque salga lo peor, la avaricia, la acumulación, el miedo que se convierte en pánico. Pero también hay cosas maravillosas, que una puede ver cada día y que una va recogiendo como perlas, las llamadas, los cuidados de algunas personas, el estar atentas, todas las cosas que son parte de lo bueno que somos como personas.
Es un momento potente para pensar políticamente, no dejar en manos de los que nos desgobiernan, todas las soluciones, aunque no parecen tener muchas sino al contrario ponernos a pensar qué vida queremos y porqué vida vamos a luchar, creo es un momento así y ojalá que sirva para eso. Mientras aquí la zozobra de ir mirando los números, las personas concretas, y asumiendo las medidas que son las mas sabias, el agua y el jabón, las más clásicas, que no siempre están en todos lados y la sabiduría de la gente que ya vivió otras tragedias y que ha resistido. Bueno contenta porque hay cacerolazo para volver a estar encerradas, pero no silenciadas, un abrazo virtual de esos que contagian las ganas de volver a vernos.