Alta es la noche y las copinas vigilan
Cerca de 150 mujeres del COPINH, acompañadas por niñas, niños y algunos de sus compañeros llegaron ayer lunes 4 de abril a Tegucigalpa, capital de Honduras.
Llegaron coloridas, cansadas, sudando desde montañas, caseríos, aldeas. Son indígenas lencas, son mujeres campesinas, muchas jóvenes, todas las que luchan por ríos, montañas, espíritus cuerpos y tierra.
Son convocadas por el espíritu de lucha de Berta Cáceres Flores, sus palabras y actos de rebeldía. “Ella nos tiene aquí, Bertita” nos dice una compañera mientras se seca las lágrimas con el dorso de la mano. El duelo se manifiesta aún con nitidez en los rostros de las compañeras.
“Nosotras la vimos pocos días antes que la mataran”, nos dicen compañeras de Río Lindo, ella llegó para cuando nos desalojaron, nos daba fuerza, mucha esperanza. Desde allá vinieron para devolver esa fuerza a Berta. Están acampadas desde la madrugada de este martes cinco de abril enfrente del Ministerio Público, lugar donde una y otra vez se han realizado gestiones para la investigación y esclarecimiento del crimen de Berta Caceres Flores, y de donde una y otra vez no han respondido nada.
Las exigencias son las que se han establecido desde el día primero de su asesinato:
Comisión independiente de investigación con participación de las víctimas, es decir la familia de Berta y el COPINH.
Cancelación inmediata y definitiva del proyecto Agua Zarca que llena de luto el río Gualcarque
Respeto a la autonomía territorial, cultural y política del pueblo Lenca y a su organización el COPINH.
Mientras se atan con cadenas, y pintan de rojo las paredes del Ministerio Público gritan sus consignas de justicia y libertad. Llenas de rabia y verdad interpelan a los funcionarios insensibles a estas mujeres: “Ustedes tienen las manos llenas de sangre de nuestra compañera”.
El movimiento feminista de Tegucigalpa y otros movimientos y personas de esta ciudad respaldan la acción de las COPINAS llegando a ese espacio para acompañar y compartir lo que se tiene y necesita para el campamento de mujeres.
Las compañeras llegan a esta ciudad, justo en el momento en que el escándalo de cómo altos jerarcas de la policía confabularon el asesinato de uno de sus máximos representantes llena la opinión pública. Esa policía es la misma a la que el estado de Honduras dice hacer responsables de la seguridad de este pueblo, de las mujeres.
Las COPINAS no sólo están llenas de razón histórica por venir de un pueblo que por siglos ha sido atacado por la dominación racista, ellas instalan su grito de justicia en un momento en que el país ya no soporta el cinismo de sus gobernantes y la violencia de sus instituciones. El asesinato de Berta Cáceres Flores es el Ya Basta de este pueblo.
Desde aquí se hace un llamado para respaldar las acciones de las COPINAS en esta ciudad, pueden hacer llegar sus saludos, aportes, y muestras de solidaridad a la Red Nacional de Defensoras.
Tegucigalpa, 5 de abril del 2016, a 34 días del asesinato de Berta Cáceres Flores.