Por: Salvador Zúniga, Miembro del COPINH.
Una constituyente para la refundación de Honduras.
En los últimos días en el debate nacional uno de los temas de mayor discusión es la consulta hacia la población hondureña, con el propósito de que esta se pronuncie aprobando o desaprobando la instalación de una cuarta urna, en la que el pueblo decida si se llama a no a la conformación de una asamblea nacional constituyente, para la proclamación de una nueva constitución política.
Los políticos representantes o miembros de los grupos de poder, los mismos que promovieron la violación de la constitución de la república cuando permitieron que un ciudadano de Panamá fuera presidente de Honduras, los mismos que entregaron la soberanía de Honduras a ejércitos extranjeros, como la contrarrevolución Nicaragüense, el ejército salvadoreño, y al ejercito gringo, los mismos que han jugado con la constitución para inhabilitar y habilitar a cierto candidato a la presidencia, los que quitan y ponen los artículos pétreos a la hora que sus mezquinos intereses así lo necesitan; hoy se rasgan las vestiduras, tiran el grito al cielo y anuncian movilizaciones en defensa de la constitución que ellos mismos han violado cuando se les ha dado la gana, sus instituciones , que deberían ser del pueblo pero que las han agarrado como su propiedad particular, se activan con enorme cinismo para disque defender la constitución de la república y que cuando l los del poder la violaron se callaban o abalaban tales violaciones, como el ministerio público, ese mismo que se hace de la vista gorda frente a los más terribles actos de corrupción como el de los casos en los que se han engavetado y siguen engavetados los expedientes , en esos actos son los poderosos los que están metidos, ese mismo ministerio publico que es parte de la impunidad no solo en la corrupción sino que en actos de violación a los derechos humanos, y qué decir del gran elefante blanco llamado Comisionado de los derechos humanos que se caya frente a hechos de violaciones a los derechos humanos como los constantes femicidios que se presentan en esta nuestra querida patria, y que ahora asume un roll de vocero de los grupos de poder en los que están los ex golpistas, los corruptos que han secuestrado a este país en el que el 80% de la población vive en la pobreza y el 60% de población vive en la extrema pobreza, en este país en el que más de 800,000 niños y niñas no tienen la posibilidad de continuar sus estudios del tercer ciclo, en este país en el que miles de niñas ejercen la prostitución en las calles, en este país en el que los grupos facticos eligen en sus lujosas mansiones la integración de la corte suprema de justicia, la integración del ministerio público, el nombramiento del comisionado de los derechos humanos y como repartirse la administración pública en función de sus beneficios.
La consulta no tendría porque molestar a instituciones o personas demócratas que de verdad crean en la democracia puesto que el pueblo tiene todo el derecho a ser consultado sobre este tema y otros de interés general; el principio de toda democracia es, que la soberanía reside en el pueblo y que de él emanan todos los poderes.
Si el comisionado, el ministerio público, los candidatos a la presidencia, los medios de manipulación masiva y todos los que se rasgan las vestiduras como buenos fariseos tuvieran una mínima vocación democrática no se opondrían a la consulta, más bien apoyarían al pueblo en esta gran gesta para la refundación de Honduras.
Independiente de quien convoque a la instalación de una nueva asamblea nacional constituyente nosotros debemos de aprovechar la coyuntura para impulsar un movimiento por la refundación de Honduras, estar prestos no solo dar el sí a la cuarta urna sino dar un sí a la convocatoria a una nueva asamblea nacional constituyente, participar en las elecciones cuando sea el caso, con candidatos y candidatas a diputad@s constituyentes, en todos los departamentos del país y aportar a la nueva constitución política de la república en la que se declare el país como un país multilingüe y se reconozcan como oficiales los idiomas indígenas, el Toll, el Pech, el Garífuna y otros, en la que se declare la distribución equitativa de los recursos naturales, en la que se declare legal el aborto terapéutico o por violaciones, en la que se expedite el ejercicio de la democracia directa, en la que se rescate la soberanía nacional ordenado el desmantelamiento de bases militares extranjeras, en la que se quede claramente establecida la igualdad de género y se pare la discriminación y violencia contra la mujer, en la que se expropie la riqueza de los corruptos que durante años han estado gozando de la impunidad, una nueva constituyente que deje claro el funcionamiento de los organismos que imparten justicia a fin de garantizar una verdadera administración de justicia, una constitución que garantice la libertad de expresión a partir de medios de comunicación que sean independientes y no comparsas de los grupos de poder que hacen enormes negocios vendiendo publicidad y su roll de manipuladores de las conciencias.
La nueva constituyente no debe de ser un proyecto personalista en torno a un caudillo, la nueva constituyente debe de ser un proyecto del pueblo hondureño por la construcción de una verdadera institucionalidad democrática que termine con este desorden de manipulación, de mentiras, de desigualdades sociales, de discriminación, de violencia, de impunidad y de corrupción en la que los poderosos se ríen a diario de nuestro pueblo que cada vez mas pierde las esperanzas en todo y todos.
La oportunidad es ahora, hay que actuar rápido si hoy le fallamos a la historia con seguridad vendrán tiempos turbulentos en los que pagaremos una cuota grande de sangre por que la emancipación siempre llegará.
La coyuntura está dada, esto ya se pudo, en Venezuela, en Ecuador y en Bolivia. En Honduras la tierra de Lempira de Morazán, de Cabañas, de Visitación Padilla y otros patriotas también se puede, hay que avanzar sin miedo y con todo lo que podamos, de lo contrario la historia nos juzgara.